País: China
Idioma(s): mandarín y japonés
(subtítulos en español, inglés, portugués y francés)
Género: drama
Ocasión: Cuando quieres llorar
Dónde se consigue*: Netflix, Amazon Marketplace
Resumen
Un pescador japonés se entera de que su hijo (con quien no se lleva), se está muriendo de cáncer. Cuando éste intenta ir a verlo al hospital, su otra hija le comunica que el enfermo no lo quiere ver. Es ahí, entonces, que el pescador decide viajar a un lugar recóndito de la China para grabar una opereta folklórica que su hijo siempre quiso, pero nunca pudo, ver.
Reseña
Habría que comenzar esta reseña dejando claro que el director de esta película es, nada más y nada menos, que el gran director chino, Zhang Yimou. Yimou es mejor conocido en estas partes del mundo por sus obras épicas de artes marciales The House of the Flying Daggers, The Curse of the Golden Flower y, una de mis películas favoritas, Hero. Y es, precisamente, la sensibilidad que trae Yimou a todas sus obras la que hace de Riding una gran película.
No obstante, hay que dejar claro que Riding Alone for Thousands of Miles no se parece, en nada, a estas otras que mencioné. Este filme no tiene efectos especiales, ni personas volando, ni peleas fantásticas de karate. Lo que sí conserva de Yimou es ese estilo solemne y hermoso que tienen las demás. Igualmente, Riding es un largometraje estéticamente precioso. Se presentan esos paisajes verdes, blancos y albicelestes que tanto abundan en China. Además, se muestra también el mundo de las operetas folklóricas chinas que, al menos para mí, es bastante desconocido.
La trama de este largometraje está anclada en la actuación, principalmente, de Ken Takakura. Según he leído de otros cronistas del cine, la elección de Takakura para este papel fue enteramente premeditada. Yimou, se supone, escribió este papel pensando en el actor. Esto es un dato interesante, puesto que Takakura es famoso en su Japón natal por hacer películas de “tough guys” (incluyendo papeles de Yakuzas). De hecho, le apodan el “Clint Eastwood japonés” por su semblante y su forma de ser. Y es precisamente ese semblante estoico el que hace que este papel sea particularmente efectivo. El personaje de Takakura es un hombre muy complejo que se niega a expresar sus sentimientos por sus visiones tradicionales de la vida. En este viaje comienza a dejarse sentir (gracias en parte a un niño que se encuentra a mitad de su travesía) el dolor de haber perdido a su hijo en vida y el dolor de saber que lo va a perder a la muerte también.
El paso de la película es lento, pero nunca aburrido. Los obstáculos que encuentra el personaje de Takakura en su búsqueda de la opereta nos mantienen atentos; su batalla interna y su intensidad de carácter nos mantienen en espera. Demás está decir que este filme es capaz de levantar sentimientos y sensaciones muy profundas.
En fin, cuando tenga ganas de sentarse a llorar un buen rato o simplemente entregarse a las batallas emocionales de un personaje, saque y vea Riding Alone for Thousands of Miles. Es una historia de amor paternal verdaderamente hermosa.
Cortos
* Parte del propósito de este blog es compartir los lugares en donde se pueden conseguir las películas. Si usted sabe de un sitio en específico, por favor añádalo en la sección de comentarios. ¡¡Gracias!!
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